sábado, 20 de marzo de 2010

El cine se viste de moda

Cuando hablamos del mundo de la moda somos muy poco propensos a vincularlo con otros sectores con los que, en realidad, está muy relacionado. Cada día más, en las producciones cinematográficas vemos como el cine y la moda se une para generar películas biográficas de vida de diseñadores, reportajes a la vida de un editor de una prestigiosa revista o producciones en las que los propios diseñadores se convierten en directores de filmes.

Como nos acordamos por supuesto, de la exitosa película que promocionó sin duda a la marca Prada. “El diablo se viste de Prada”, protagonizada por Meryl Streep en la que encarnaba a Miranda Priestly, una exigente, muy curtida y preparada directora de Runway (Vogue). Con esta producción se abrió la gran puerta del mundo de la moda al cine. En ella se dejaba ver como esta mujer de prestigio era consciente de toda la confianza que en ella depositaban millones de mujeres a la hora de dictar tendencias de moda, y como una inocente joven (Anne Hathaway) conociendo este admirable mundo, era finalmente abducida por el glamour.
El filme respondía a las voces de demanda de millones de mujeres tras la también exitosa serie, “Sexo en Nueva York”, siendo a posteriori una película cosmopolita al igual que la serie.

Otro ejemplo que recordamos y que nos deleitó con sus diseños de gorros, trajes y bolsos, fue la película de Coco Chanel, film dirigido por Anne Fontaine. Pudimos embaucarnos en la vida de la diseñadora Coco Chanel, papel interpretado por Audrey Tautou, nos deja ver logró desde la pobreza meterse de lleno en el mundo de la moda y ser uno de los nombres más legendarios en este mundo. La marca Chanel hoy es un mito y una realidad llena de exquisitez y buen gusto, pero demasiado lujosa para muchos, ¿verdad?

Más tarde, se coproduciría Channel &Igor Stravinsky, no tuvo tanto éxito como la anterior pero tuvo una repercusión buena tras el festival de Cannes dado que relataba el romance entre Coco Channel y el compositor ruso en París.

Distinto fue el caso de Tom Ford, que en esta ocasión el diseñador de moda quiso ponerse detrás de las cámaras para relatar una emocionante historia. Un hombre solo, así lo llamó a la adaptación de la novela de Christopher Isherwood en la que cuenta la vida de un profesor universitario gay tras la muerte de su pareja por un accidente. A pesar de toda esta trágica historia, Tom Ford mantiene el glamour y la elegancia masculina a través de los personajes, presentando varios modelos y prendas del propio diseñador, como camisas o sofisticados trajes negros.

Si es cierto que presenta a un estereotipo de hombre, pero lo hace de forma elegante, un hombre distinguido y muy refinado, dejando a un lado lo no exquisito.

Sin embargo, la actual preocupación es que el cine comienza a distanciarse de la moda, por un lado las productoras que están más resentidas a promocionar un target de cine cerrado a los estereotipos de moda, y por otro, los actores cada vez cobran más tarde su trabajo en la gran pantalla. Pero no desesperéis chicos y chicas, la moda tiene principio, pero no fin.
Fdo. Natalia Soria


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