sábado, 1 de mayo de 2010

¿Qué efectos tienen las drogas?

Cuando pensamos en la palabra “droga” lo primero que nos viene a la cabeza es la imagen de una persona totalmente dejada y dependiente, físicamente comida y psíquicamente destruida. Lamentablemente la utilización de drogas se ha vuelto cada vez más común y por lo tanto los problemas implicados son más graves y de mayor envergadura. Generalmente, la población más propensa al uso indiscriminado de drogas es la juventud y nuestra sociedad se ha dedicado a recriminarlos sin darse cuenta que parte de la solución es la educación de la que carecen.

La drogadicción es considerara una enfermedad ya que presenta síntomas claros y definidos que se van presentando a lo largo de diferentes etapas y que terminan, en la mayoría de los casos, con la muerte del adicto si éste o la gente de su alrededor no pone medidas. Es fácil reconocer a una persona drogadicta ya que padece de “lagunas mentales”, miente para poder seguir consumiendo, roba objetos o dinero para conseguir la droga, justifica sus acciones con el famoso “yo controlo” “lo puedo dejar cuando quiera”…, usa excusas irracionales "nadie me quiere", en todo momento tiene sentimientos de culpa…

Esta enfermedad es progresiva, requiere, en la mayoría de los casos, de ayuda especializada y puede generar la muerte. Esto parece fácil de entender, es decir, a medida que las personas adictas consuman más drogas, tienen más riesgo de morir por una sobredosis. Pero también hay que ser realistas, se puede morir en un accidente de coche, del mismo modo puede perderse la vida en alguna pelea por lesiones producidas por arma blanca o arma de fuego, situaciones que se presentan comúnmente cuando las personas se encuentran intoxicadas por el alcohol o las drogas, o incluso pueden morir al no ingerir alimentos o líquidos ya que la mayoría de las drogas quitan el hambre y en ocasiones hasta la sed. Mientras se abusa del alcohol o de las drogas se pierde el sentido de la vida y se llega al suicidio y esto es algo que le sucede a gran cantidad de alcohólicos y adictos, además a la mayoría de los adictos les resulta muy difícil parar de consumir y esto les provoca un deterioro progresivo de las funciones vitales del organismo hasta que deja de funcionar.

Haciendo una breve clasificación de las drogas podemos diferenciar los efectos que provocan cada una de ellas, por ejemplo:


1º- Narcóticos: actúan sobre el psiquismo del individuo. Destacan: opio, opiáceos y sucedáneos sintéticos; neurolépticos o tranquilizantes mayores; ansiolíticos o tranquilizantes menores; somníferos o barbitúricos; grandes narcóticos. Entre sus usos medicinales se encuentran la supresión del dolor, el control de los espasmos y el uso como antitusígeno. Entre sus derivados se encuentra la morfina, la heroína, la metadona y la codeína, todos ellos pueden brindar extraordinarios beneficios terapéuticos si son recetados y controlados por un médico. Los narcóticos producen un estado de euforia y ensoñación, una sensación de éxtasis que se acorta rápidamente a causa de la tolerancia. Sus efectos físicos son: epidermis enrojecida, pupilas contraídas, náuseas, decaimiento de la función respiratoria, pérdida de reflejos, falta de respuesta a los estímulos, hipotensión, desaceleración cardíaca, convulsiones, riesgo de muerte…

2º - Alucinógenos: provocan distorsión en la percepción de visiones, audiciones y una generación de sensaciones irreales. La alucinación es un síntoma grave de la psicosis de la mente y su aparición distorsiona el conocimiento y la voluntad.

3º - LSD (Ácido Lisérgico): utilizado para evitar hemorragias puerperales y promover la contracción del útero. En un principio el LSD fue utilizado con fines terapéuticos de alcohólicos, cancerosos y otros enfermos terminales para ayudarles a superar el trance. Posteriormente fue abandonada la práctica al comprobarse los resultados adversos, tales como suicidios a causa de las engañosas imágenes y terroríficas visualizaciones. También se comprobó que podía desencadenar esquizofrenia y deterioros mentales variados.

4º - Éxtasis O Mdma: la metilendioximetanfetamina (MDMA), normalmente conocida como "éxtasis" o "X-TC". Inicialmente el sujeto experimenta sensaciones de confianza y excitación, a las que siguen un estado de hiperactividad e incremento en los pensamientos morbosos. Los efectos del estimulante se diluyen provocando trastornos sicólogos, como confusión, problemas con el sueño (pesadilla, insomnio), deseo incontenible de consumir nuevamente droga, depresión, ansiedad grave y paranoia. Entre los síntomas físicos pueden citarse: anorexia, tensión y trastornos musculares similares a los presentes en la enfermedad de parkinson, náuseas, visión borrosa, desmayo, escalofrío y sudoración excesiva.

5º - Metanfetamina: La persona que usa "Ice" piensa que la droga le proporciona energía instantánea. La realidad es que la droga acelera el sistema nervioso, haciendo que el cuerpo utilice la energía acumulada. Entre los síntomas se encuentran: lesión nasal cuando la droga es inhalada, sequedad y picor en la piel, acné, irritación o inflamación, aceleración de la respiración y la presión arterial, lesiones del hígado, pulmones y riñones, extenuación cuando se acaban los efectos de la droga (necesidad de dormir por varios días), movimientos bruscos e incontrolados de la cara, cuello, brazos y manos, pérdida del apetito, depresión aguda cuando desaparecen los efectos de la droga.

6º - Cannabis sativa - hachis-marihuana: se consume preferentemente fumada, aunque pueden realizarse infusiones con efectos distintos. Los síntomas característicos de la intoxicación de cannabis son: ansiedad, irritabilidad, temblores, insomnios. También es conocida como hierba, marijuana, mariguana, mota, mafú, pasto, María, monte, moy, café, chocolate, etc.), su efecto es aproximadamente cinco veces menor que el del hachís. El nombre hachís (también conocido como hashis) afecta a las células del cerebro encargadas de la memoria que hace que la persona tenga dificultad en recordar eventos recientes.

7º - Estimulantes: usados para combatir la fatiga, el hambre y el desánimo, los estimulantes provocan una mayor resistencia física transitoria gracias a la activación directa del sistema nervioso central. Estimulantes vegetales: el café, té, el mate, la cola, el caco, el betel y la coca. Aunque los estimulantes vegetales son considerados como inocuos, conviene moderar su consumo ya que se trata de sustancias tóxicas susceptibles de producir efectos secundarios nocivos. Provoca abstinencia, depresión, fatiga, toxicidad y alucinaciones. Estimulantes Químicos: la Cocaína o también llamada “crack, bazuco, piedra”: es un poderoso estimulante de corta duración que actúa sobre el sistema nervioso central. Sus síntomas son: tendencias suicidas, cambios drásticos en el ánimo, perdida de amigos y antiguos valores, pérdida de peso como resultado de perdida del apetito, dolores de cabeza crónicos, enfermedades respiratorias, deficiencia de vitaminas, muerte…Puede causar irritación, nauseas, agitación, desordenes en el dormir, depresión aguda, dolores musculares y una intensa ansia por la droga.

8º - Anfetaminas: las anfetaminas causan hipertensión, taquicardia, hiperglucemia, midriasis, vasodilatación, periférica, hiperpnea, hiporexia, etc. El estado de ánimo del adicto oscila entre la distrofia y la hipomanía así como ansiedad, insomnio, cefalea, temblores y vértigo. Pueden aparecer cuadros depresivos y síndrome paranoides anfetamínicos. Pueden producir efectos placenteros, hiperactividad y sensación desbordante de energía, pero también causan temblor, ansiedad, irritabilidad, ira inmotivada y repentina y trastornos amnésicos e incoherentes. Tomadas en dosis importantes son causantes de confusión, tensión, ansiedad aguda y miedo.

9º - Drogas inhalables: como el cemento o pegamento, la gasolina, el thiner…son sustancias generalmente volátiles que se aspiran por la nariz y su procedencia es química. Dentro de sus efectos se cuentan los mareos, las náuseas y la diarrea. Además, puede presentarse desorientación, incoordinación motora, ojos vidriosos, tos, flujo y sangrado nasal, taquicardia, o palpitaciones, dolores abdominales o de cabeza, problemas respiratorios, debilidad muscular, pérdida del olfato, conductas violentas y descontrol de esfínteres. Su uso puede provocar hepatitis, daño pulmonar, renal o cerebral permanentes.

Tras un consumo continuo y abusivo de drogas estos son los resultados...

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