Los conductores a examen

En las carreteras españolas hay miles de señales, son la guía de los usuarios de la vía. Estas señales se convierten en ocasiones en una ayuda para el conductor pero en cambio en otras, son un verdadero infierno que llevan a provocar accidentes. Su grafía, su tamaño, su deterioro o la concentración excesiva representa un obstáculo que dificulta la conducción. Las más temidas: las que limitan la velocidad; las más odiadas: las que supuestamente deberían conducirnos a un destino concreto y nos engañan llevándonos a otro.










Existe un dato preocupante, los conductores desconocen el significado del 50% de las señales de tráfico, según un estudio desarrollado por la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL), y patrocinado por la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) y seguros Zurich, que pone en evidencia la necesidad de que se impartan cursos de reciclaje para refrescar algunos conocimientos al volante.














Pero lo más preocupante, es que los españoles aseguran que conocen el 81,3% de las señales de tráfico pero al realizar un pequeño test con ocho indicadores, los encuestados sólo reconocen la mitad. Una de las señales de la muestra fue la de peligro por circulación en ambos sentidos que desconocían un 32% de los encuestados; otra, la de parada y estacionamiento prohibido, que la fallaron un 40%; la de alumbrado de largo alcance obligatorio que contestaron de forma equivocada casi la mitad, como también lo hicieron el 86,5% cuando se les enseñó la de visibilidad reducida por lluvia. Pero hay más resultados alarmantes: Hasta un 5,1% desconocía el significado de la señal de Stop. Y una buena parte de los encuestados consideran que las señales que limitan la velocidad están para multar y no se ajustan al peligro real.

Fdo. Paula